Las notas se agolpan en mi cabeza, me acosan, me postran, me someten. Vuelvo una vez más a ser su esclavo, sintiendo como el desespero llega a mi garganta y sale en forma de voz. Las notas me toman como liquido amniótico y me hacen sentir seguro dentro de un vientre tonal. Las notas me susurran como debo llevarlas a pasear a través de tritones inestables y hacen sentir útil mis manos una vez más. Las notas me golpean sádica-mente en el fondo de mi corazón y me trastornan la cabeza ahogando mi ser en incomprensibles y apetitosas secuencias repetitivas. Bach, Mozart y demás artistas juegan en mi cabeza atolondrada y me tuercen la poca cordura, hasta que por fin, después de tanto pensarlo una voz, ronca y cansada, algo seca y muerta dice con alegría fúnebre... “Por fin, lo he entendido”....♫
Iniciado bandolero busco entre tu piel y el néctar la felicidad perdida en la bailarina del antes de los antes; esa que me hizo simiente para bendecir la tierra, con besos de sol sobre mis manos .
Lejanos
martes, 10 de enero de 2012
Marquez de Sade
Imperioso, colérico, irascible, extremo en todo, con una imaginación disoluta como nunca se ha visto, ateo al punto del fanatismo, ahí me tenéis en una cáscara de nuez... Mátenme de nuevo o tómenme como soy, porque no cambiaré.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)